La sedación consciente consiste en la administración de una medicación por vía intravenosa que le dejará en un estado de relajación y somnolencia, pero sin perder la facultad de responder a las órdenes del odontólogo ya que no se trata de una anestesia total. Una vez terminada la sesión, el médico especialista en anestesiología administrará otros fármacos cuyo resultado será la eliminación de los efectos de la sedación. De modo que podrá volver a su casa o alojamiento en perfecto estado.
¿En qué tratamientos se utiliza la sedación consciente?
La sedación consciente es una opción disponible para todo tipo de tratamientos, y se realiza en la propia clínica dental. Está recomendado siempre que el paciente tenga problemas derivados de su miedo al dentista. Esta técnica está especialmente indicada en pacientes con miedo o fobia a los procedimientos dentales, en personas ansiosas, así como en visitas de larga duración, además de todo aquel paciente que desee un grado de confort extra en su visita al dentista.
La sedación consciente intravenosa usa medicamentos que son asimilados muy rápidamente por el organismo. Esto permite que se pueda controlar la dosis en todo momento y que el paciente recupere muy rápidamente su estado normal cuando su dentista ha finalizado su trabajo.
Para practicar este tipo de sedación consciente, es necesario que dirija el proceso un anestesista, que se encargará de regular la dosis en función de sus necesidades, así como de controlar el pulso cardiaco del paciente en todo momento.