Existen múltiples beneficios del ácido acetilsalicílico, la comúnmente llamada aspirina, pero uno de los descubrimientos más recientes es su posible capacidad para reparar caries.
Las caries son una de las enfermedades dentales más comunes en todo el mundo. Su característica principal es la destrucción de los tejidos de los dientes y puede generar una inflamación del nervio dental que causa dolor. Este daño puede resultar superficial o agravarse si tras el esmalte los ácidos atacan la dentina, ya que es la última barrera física que protege los nervios y vasos que se ubican en el interior de los dientes. Si las bacterias logran alcanzar la pulpa, tiene lugar la inflamación, además de permitir que estas bacterias se incorporen al torrente sanguíneo.
Normalmente, se trata de frenar este proceso mediante los empastes, pero no suponen una solución definitiva. Su eficacia es temporal y deben ser sustituidos pasados unos años. Es por ello que ciertas investigaciones han puesto en valor que, la aspirina, en dosis bajas incrementa la mineralización y la expresión de los genes responsables de la formación de la dentina por las células madres de la pulpa dental. Esta mejora solo es visible con una liberación prolongada en el tiempo. Las perspectivas indican que podría estar disponible en unos años, logrando que nuestras piezas dentales puedan tener una vida mayor.
El estudio publicado recientemente, pone de manifiesto un posible método para tratar las caries sin necesidad de poner empastes. Los científicos que desarrollaron esta investigación se centraron en las células madre localizadas en la pulpa dental. De esta forma, el primer paso fue recurrir a identificar un fármaco con capacidad para estimular su recuperación y este fue el ácido acetil salicílico.
Esto no significa que cualquiera pueda conseguir resultados simplemente aplicando aspirina en sus caries. Para que sus efectos tengan éxito, según los datos aportados por el estudio de Universidad de la Reina en Belfast (Reino Unido), debe realizarse un tratamiento en dosis bajas y con una liberación prolongada en el tiempo.
Este descubrimiento ha llevado a que se esté trabajando en el desarrollo de un método que consiga que los profesionales en materia bucodental puedan aplicar esta terapia reparadora de los dientes. Las perspectivas son halagüeñas e indican que podría estar disponible una primera versión en unos pocos años, logrando que nuestras piezas dentales puedan tener una vida más prolongada y tú una salud bucodental mayor.